Dudas...

Me atemoriza el frío intenso de la soledad un domingo de cualquier año, en un sillón, sin tener una mínima esperanza de que alguien llame a mi puerta para salir a dar un paseo. En lo
más oscuro de mis deseos, deseo ser eso, un niño encerrado en el cuerpo de
un adulto, un ignorante encerrado en el cuerpo de un sabio, un arañazo
encerrado en el cuerpo de una caricia, algo que no atino a resolver, algo
que dentro de mi me devora, avanza sin cesar y de veras, que tengo ciertas
ansias de sobrevivir a este cataclismo y otras veces, quisiera sucumbir en
él hasta dejar de existir, dejar de sufrir, porque una mirada ya no sirve de
nada, porque un abrazo dejó de representar lo que representa, dejó de
representar una unión estrecha entre dos almas dispuestas a brillar con más
fuerza y luz que nadie.

Sin embargo, los abrazos vacíos me hacen decaer, me hacen pensar en la falsedad que este mundo ha ingerido con avaricia para luego darnos a todos un poquito de mal, y nosotros con ese poquito vamos entregándoselo a otra gente y así sucesivamente, consiguiendo que todo el
mundo tenga que envidar al prójimo.

La verdad, no entiendo mucho de casi nada, me limito a hablar de lo que veo, siento y oigo, incluso me hubiese gustado saber describir con maestría el aire, el mar, la lluvia…Pero no!

Simplemente escribo sobre mi interior, mis sentimientos, esos sentimientos
que a veces me hacen estar tan vivo y otras veces me hacen estar muerto.

jueves, 22 de mayo de 2008