Y me pongo serio, porque este tema lo merece. Hoy hago una especial dedicación a las acogidas de toreros, que son más hombres al torear a un pobre animal.
Los torturan y los hacen sufrir hasta el final, encima la gente los recibe con "olés", y todo esto es el orgullo de nuestro país, un país que sinceramente huele a putrefacto.
Por cada acogida, una sonrisa en mi cara.
La foto es la pura realidad. Así de crudo.
Mazón: “Nadie era consciente de la magnitud, nadie sabía que la gente se
ahogaba
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El presidente en funciones de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, ha
admitido, en su comparecencia en la comisión de investigación de la dana en
el ...
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